Este cuento popular ruso me lo trajeron mis padres,
que viajaron a la antígua URSS, allá por 1.986.
Escrito por M. Bulátov e ilustrado por E.Rachev
de la Editorial Raduga (Moscú).
En Infantil lo trabajo con el grupo de Estudio Alternativo.
Les presento a Mashenka, una niña que vive con sus abuelos
al lado de un bosque. Siente curiosidad por ir a buscar setas
con unas amigas y se pierde.
En medio del bosque encuentra una extraña cabaña.
Cuando llega el oso se alegra mucho y la dice:
-Tu conmigo vivirás. El horno encenderás.
La sopa cocerás y a mí me la servirás.
De aquí nunca te marcharás.
Mashenka pensaba en cómo podría escapar del oso y se le ocurrió una idea:
-Oye, oso, déjame ir por un día a la aldea.
Quiero llevar a mis abuelos unos pastelitos.
-¡No!- respondió el oso -te perderías en el bosque.!Yo se los llevaré!
Mashenka hizo un capazo muy grande y le dijo al oso:
-Pondré los pastelitos en este capazo. No se te ocurra probarlos,
que son para los abuelos. ¡Yo me subiré a un roble y te vigilaré!
-Está bién -dijo el oso.
-Ves a la puerta a ver si llueve- le mandó Mashenka.
En cuanto el oso se volvió, Mashenka se metió rápidamente
en el capazo y se puso encima la bandeja con los pasteles.
El Oso vió el capazo que estaba listo, se lo echó a la espalda
y se dirigió a la aldea.
De tanto andar, se cansó y dijo:
-Descansaré un ratito y probaré los pastelitos.
Escondida en el capazo, Mashenka le dijo:
-Te veo, te veo, osito. No descanses un ratito
ni te comas los pastelitos.
!Llévalos a la abuelita, llévalos al abuelito!
-¡Pero, qué vista tiene! ¡Muy arriba debes estar para poderme observar!
Así varias veces, hasta que al acercarse a la aldea,
los perros, al percibir olor a oso, comenzaron a ladrar.
El oso se asustó, dejó el capazo ante la puerta de los abuelos
y corrió al bosque.
El abuelo levantó la tapa y ¡no lo podía creer! era su niña.
Locos de contentos, decían a cada instante:
-¡Pero qué lista es nuestra nietecita!
Esta historia nos enseña a confiar en nosotros mismos,
y valorar el esfuerzo de buscar soluciones.
A los niños les sorprende que una niña pueda engañar al oso.
Os muestro un enlace de
Masha and Bear para que véais
como, en este caso, el idioma no es una barrera.
¡Se lo pasan fenomenal!
